En 2001 asistí anonadado en Photoespaña a la exposición de Juan Manuel Castro Prieto "Perú. Viaje al Sol". Ahora, el fotógrafo ha pasado por Almería para contar sus experiencias en el país andino y anunciarnos que volverá con exposición la próxima primavera de la mano del CAF.
De Castro Prieto aprendí los misterios -básicos y no tan básicos- del cuarto oscuro. Fue en un par de cursos del CAF en tiempos de Manuel Falces. Eso ocurría mucho después, claro está, de mis primeros pinitos a mediados de los setenta en el rudimentario laboratorio de opereta que teníamos en casa y que aquí muestro.
Genial. Yo también tuve uno, en un baño minúsculo. era tan pequeño que tuve que ingeniármelas para poner las cubetas de arriba hacia abajo dentro del plato de la ducha, donde una gran palangana hacía las veces de lavadora de copias. Y lo compartía con mi aseo personal. Sería por eso que ligaba tan poco, debía oler a ácido acético más que a colonia. Qué buenas eran esa espirales metálicas, que tenían un cierto parecido con las cocteleras de Chicote (no el de la tele, claro).
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